domingo, 17 de septiembre de 2017

Me duele el dolor...






Me duele la voz,
me duele el silencio,
me duele el aroma
de los mirtos muertos,
me duele la rosa,
que deshoja el viento,
me duele el negror
que tapa sin miedo
la lúcida estrella
en el ancho cielo.

 ¡Me duele el dolor,
que tú estás  sintiendo!

Corroe tu alma,
la mina por dentro,
traspasa corazas
con ritmo violento
y clava su espina
de helado avispero
en las venas vivas,
que exhuman regueros
de tristeza amarga
y amargo lamento.

Un vasto dolor
sin puertas ni cercos,
que ahoga la risa,
que ahoga el aliento
y asfixia las ansias
de radiantes sueños.
Dolor desalmado,
hordas de tormentos,
de icebergs cortantes,
hirientes  y gélidos,
rae las entrañas
con filos de acero.

Pero es tu dolor
de hondo agujero,
el que me taladra
mi carne de hierro
y es el que dibuja
horizontes negros.

¡Me duele el dolor,
que tú estás sintiendo!
                      (MjH)


No hay comentarios:

Publicar un comentario