"Todos Udes. parecen felices
y sonríen a veces cuando hablan..."
Ángel González
Tristes adioses, que impunes voláis
por las inciertas raíces del destino,
siguiendo a rajatabla su camino,
muros de sangre sin pudor alzáis.
Como aves de paso deambuláis,
ligeras, juguetonas y sin tino,
surcando vais el cielo vespertino
y de añoranza un manto desplegáis.
¡Tened piedad en vuestra rauda huida,
sentid penar por vuestra diligencia,
buscad remedio y sanad la herida!
¡No partáis en dichosa complacencia,
dejando el alma vacua y abatida,
en lunas de dolor por tanta ausencia!
(MjH)
Amiga que escribes felicidad, esa añoranza que vemos en un adiós, es el reflejo del dolor de la ausencia, ¿ volverán? o marcharé yo...felicidad que un día voló, el corazón de casi un niño se une al de casi un anciano...para seguir recordando... para seguir preguntando, ¿pòr qué, señor; por qué me dejas te huérfano con padres. vuela mi alma tras esos pájaros...¿Me llevarán a tí?
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